viernes, 25 de enero de 2013

ESTIMADA SRA. MERKEL


Estimada Sra. Merkel, soy un españolito de a pie, de esos que una vez pensó (ingenuo de mí), que podía disponer de una vivienda en propiedad. Era sorprendente saber, que comprabas una vivienda y te la valoraban un 30% por encima del valor de compra.

Soy de esos tantos españoles, que decidió votar a mí Alcalde y concejales, pués me propusieron una ciudad del siglo XXI, con tranvía, aeropuerto, trenes AVE, carriles bici, una ciudad con grandes complejos deportivos. Me dejé llevar por las fastuosas fiestas locales; pero es que eran impresionantes. También estaba encantado con una tele autonómica, en la que emitían partidos de la Champions League, cuándo no se daban en abierto por las emisoras estatales.

Confieso que vivía en un sueño del que jamás temí despertar, era ilusionante saber que en mi Comunidad Autónoma había dos universidades públicas, en las que mis hijos pudieran estudiar en un futuro, sin tener que salir de mi casa. Suponía una tranquilidad saber que mis hijos tendrían la misma oportunidad de estudiar una carrera, que los hijos de familias con más posibles.

Me sentía contento, cuando tenia que comprar libros escolares, y mi Comunidad Autónoma me daba una beca sin preguntar cuales eran mis ingresos. Era ilusionante saber que no tenía que ahorrar la paga extra de Agosto para ese fin.

Durante esos años de abundancia, mi Gobierno aprobó una ley, por la cual, todo el que tuviera un familiar dependiente, cobraría una paga para disponer de un desahogo económico y disponer de ese dinero para el fin que viera oportuno. Sentía que vivía en un país sensible a las necesidades de mí comunidad.

Por aquel entonces, no era raro conocer a alguien que que estuviera preparando una oposición, ya que por esa época, se estaban contratando a miles de personas anualmente para cualquier tipo de empleo de la administración, si aprobabas y disponias de plaza, tenias la vida resuelta, y si no, siempre cabía la posibilidad de trabajar como interino.

Sra. Merkel, estoy seguro que para usted esta palabras que le escribo, le resultan un compendio de excusas, que no justifican que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, pero en mi descargo, debo de decirle, que durante esos maravillosos años, jamás ninguno de los representantes políticos de este país, me comunico que la teta no daba para tanto, que los recursos de este país no eran suficientes para tanta fiesta. Que todo los avances que este país estaba alcanzando aún estaban por pagar, y que el día menos pensado deberíamos de pagar a escote y de igual modo, los ricos como los pobres, los de clase alta, media, y baja en igual medida.

Sra. Merkel, estoy seguro que de haberlo sabido, los ciudadanos de este santo país hubiéramos tomado medidas respecto a nuestros gobernantes. Estoy seguro que ningún padre de familia responsable, hubiera hipotecado su vida y la de su familia, de saber que el día de mañana no dispondría de un sueldo para pagar lo que no le correspondía tener.


Querida Angie, no pretendo transmitir lástima, no pretendo redimirme de mis pecados, que seguro que no son pocos, solo pretendo transmitir un enfoque distinto del que seguro, mis compatriotas políticos le puedan haber dado a conocer. Solo pretendo informar del país de colores que no pocos nos vendieron. Pretendo hacerle ver, que los españolitos de a pié, jamás nos planteamos que esta fiesta no la podíamos pagar, que vivíamos en un sueños que creímos merecer, que creímos justo por los impuestos que pagábamos.

Estimada Angie, solo me resta despedirme, no sin lamentar la situación que hemos podido crear en el entorno de la UE, dado que ninguno de mis compatriotas jamás pretendimos ser unos “mal gastosos”.

Atentamente, un españolito de a pie.



Javier Bernal Abellán

No hay comentarios:

Publicar un comentario