viernes, 20 de diciembre de 2013

Crecido entre la desesperación

Lo ví, caminando con paso lento camino del colegio. Llevaba unos zapatos cansados de vivir, protegido del frío canalla por un abrigo con las mangas pendientes de crecer.
Como almuerzo, dentro de su cartera adornada con un superhéroe que pidió una excedencia, cansado de tanta injusticia, portaba el llanto de una madre con los ojos vacíos de sueños.
Lo ví, y sólo era un niño ante el mundo. Sólo era un mundo apunto de despeñarse.
Al verlo, imaginé la desesperación de un padre aplastado por la impotencia. La vuelta a casa con los bolsillos vacíos de ideas, con los nudillos abiertos de llamar a tantas puertas.

Lo ví, y en él vi al hijo de todas las madres, al nieto de todas las abuelas, al hombre crecido entre la desesperación.