jueves, 23 de marzo de 2017

El rey de los tahures


Cuando un domingo por la tarde decidimos jugar con nuestra familia una partida de cartas o a cualquier tipo de juego de mesa, aceptamos implícitamente que el juego del que participamos tiene una serie de reglas y normas que se deben de cumplir, ya que de no cumplirlas corremos el riesgo de ser "pillados" y como mínimo que nos califiquen de tramposos.

Todos hemos visto aquellas maravillosas "pelis" del oeste americano, en las que varios fulanos juegan en el "Saloon" de la ciudad de turno al poker, e irremisiblemente, siempre había uno que acusaba a otro de tramposo y aquello se finiquitaba sacando sus pistolas y dando una ración de plomo al fullero.

Pues bien, son muchos los indicios que nos indican que el Partido Popular puede ser un fullero, tramposo, aprovechado, un marrullero, artero y algun que otro sinónimo de tramposo que seguro existe.

Hoy la emisora de radio Cadena Ser nos informa de un presunto fraude del Partido Popular en tiempos de Esperanza Aguirre en el que adjudicaban contratos públicos a empresas a cambio  de que estas organizaran mítines gratuitos en las campañas electorales regionales y nacionales.

De ser esto confirmado, juzgado y sentenciado, es evidente que en aquellas elecciones, el PP jugó con ventaja, hizo trampas en el juego más sagrado de la democracia, unas elecciones.

Por tanto, como en cualquier juego basado en normas y reglas, cuando uno de los jugadores hace trampas, la partida queda invalidada, anulada, o sea, no cuenta.
Pero el caso es que aquellas partidas se jugaron, y el PP, aún haciendo trampas, recogió sus frutos fraudulentamente en detrimento de los ciudadanos, demás partidos y de la democracia.

¿Nos devuelven lo ganado?

miércoles, 8 de marzo de 2017

¿Cuando perdieron la iniciativa?




¿Cuando perdieron la iniciativa?.
Ayer asistí como padre orgulloso a una obra de teatro en la que era coprotagonista mi hija de 10 años, todo en el marco de la semana cultural de su colégio. A lo largo de la velada intervinieron diversos ciclos y, en todos, absolutamente en todos había una coincidencia, las niñas eran las protagonistas, o las que llevaban claramente el peso de su intervención.
Según el INE, el 47% de las mujeres entre 25 y 34 años tienen  estudios superiores incluídos doctorados frente al 32,7 de los hombres de dicho rango y entre los 35 a 44  años, hablamos de un 48,1 frente al 38,5.

Según Datosmarco.com, el índice de paro por género en 2016, el 20% de las mujeres en edad de trabajar se encontraban en “Paro” frente al 17% de los hombres.  

Podría extenderme en la farragosa estadística pero creo que no es necesario, pienso que todos los hemos escuchado o leído en más de una ocasión e incluso los palpamos a diario.
Mi reflexión comienza y acaba en la pregunta que me hacía al principio, ¿cuando perdieron la iniciativa?, ¿cuando dejaron de ser las protagonistas del teatro que se representa a diario en los partidos políticos, empresas, instituciones?

Les invito a hacerse estas preguntas, a buscar cada uno, nosotros hombres, quiénes somos los culpables, y vosotras mujeres, ¿dónde está ese punto de inflexión que os releva del más absoluto protagonismo a un papel secundario sin remedio?.


Javier Bernal Abellán
@ajopicao