viernes, 25 de enero de 2013

EL DIA QUE NOS CABREEMOS


Resulta, que esta mañana amaneció como otras tantas mañanas, sin más salió el sol y comenzó su jornada laboral. Resulta que hoy es un día como otros muchos días, los niños ociosos en espera del fin del periodo vacacional. Mientras los padres hacen cuentas de la “pasta” que se han dejado en la compra de los libros y material escolar.

Los que tiene la suerte de tener un trabajo, tras desayunar en casa, se disponen a comenzar su jornada de trabajo, seguramente repasando mentalmente las tareas pendientes al llegar a su puesto de trabajo, y quizás en algún momento, le pase por la cabeza que tiene que llenar el depósito del vehículo, y que a los precios que está le va a encontrar muy “jodido” cuando llegue el fin de mes, pero dios proveerá.

Otros que se merecen mención aparte, son los que se encuentran en casa porque no tiene trabajo. -Quizás esta mañana sea la definitiva,- se dirán mientras consumen reflexionando un cigarrillo, junto a un café cargado y una tostada. Pronto acudirá a su mente la angustia por el inminente fin de su prestación, pero hay que recomponerse y salir a la calle, comenzar de nuevo a tocar todas las puertas que años atrás se le abrían una tras otra, de igual manera que hoy se cierran. Pero no hay que desistir, alguien en algún lugar estará esperando que llame a su puerta.

Muchos de los que mañana formarán parte la nuestra generación más preparada que jamás haya tenido este país, comenzarán esta jornada, preguntándose si han elegido bien la carrera, si tendrá salida, que si apuntarse a tantas asignaturas ha sido buena idea, ya que de suspender, se acabaría la beca. O quizás si el piercing que se ha “colocao” en la ceja será lo bastante “guay” para la “peña” con a que se junta.

En casa mientras tanto, una mujer piensa en su vida, moja una magdalena en el café recalentado, y empieza a plantearse qué hacer con la criatura que lleva dentro. La situación es muy angustiosa, no llegan a fin de mes y con su embarazo nadie la va a contratar, y menos como está el patio, para colmo, mañana le van a hacer una amniocentesis, ya que su embarazo es de riesgo puesto que tiene 39 años, y su hermana mayor tiene un nene con Dawn.

Estos son unos pocos casos que seguro esta mañana, mientras el sol tomaba altura, acontecían en muchos lugares de este país, reflexiones cotidianas que convergen en un punto,como salir adelante. Este no es país que piensa en “primas de riesgo” de índices bursátiles, de comisiones de investigación estériles, del BCE, no es el país pendiente de si Dragui compra o no bonos de países en quiebra. Este es el país de lo cotidiano, el país que busca un futuro cada día, es un país cansado de promesas incumplidas, cansado de pagar los despilfarros de los demás, es un país que aún no conoce su verdadera fuerza, que de momento no encuentra a quién seguir, y que el día que nos cabreemos, no cejaremos en el empeño de cambiar, para empezar de nuevo. Ya lo hicimos una vez, tardamos años, fue lento, pero conseguimos lo que queríamos, ser libres.

Javier Bernal Abellán

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