Estos días se escucha mucho la palabra “legítimo” en boca de los principales dirigentes del Partido Popular, a cuenta de su victimismo desatado tras la marcha forzada de Pedro Antonio Sánchez del Gobierno Murciano. “Algunos quieren conseguir en los juzgados lo que legítimamente el PP ha conseguido en las urnas”, es el soniquete con el fin de limitar la acusación popular en los tribunales.
Pues bien, permítanme que dude para empezar de esa legitimidad que llevan tan a gala los populares miembros.
Desde hace unos días y coincidiendo con el asunto de marras, desde la prensa se viene revelando datos sobre la financiación irregular del PP, en el que nos explican con todo lujo de detalles como dicho partido elección tras elección pagaba actos de campaña con dinero “negro”, así como empresas adheridas a la trama pagaban los favores en concursos públicos con dinero además de la organización por la “jeta” de mítines y diversos actos de campaña. Todo esto presuntamente pues no es causa juzgada.
Teniendo en cuenta estos datos derivados de la investigación llevada a cabo por la UCO y, obviando los delitos punibles en los que haya podido incurrir el Partido Popular, además siendo un hecho constatado que dicho partido alcanzó el límite de gasto legal en las elecciones Autonómicas y Municipales de 2003, 2007 y 2011, que son las mencionadas en el informe mencionado. Podemos concretar, que el PP vulneró la
Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General en su artículo 193.2 el cual, limita el gasto de los partidos en las mencionadas elecciones.
Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General en su artículo 193.2 el cual, limita el gasto de los partidos en las mencionadas elecciones.
Así pues, quizá el Partido Popular debería de hacer un ejercicio de prudencia al utilizar la palabra “legítimo” , puesto que la legitimidad se obtiene a través de lo legal, lo correcto, y solo se puede atribuir la propiedad de lo legítimo a lo que se ha obtenido de manera lícita y transparente y, en el caso del PP, el negro, parece ser un color muy extendido en cada una de sus sedes, distribuidas a lo largo y ancho de este fantástico país.
Javier Bernal Abellán
@ajopicao
No hay comentarios:
Publicar un comentario