Pedro Sánchez dispone de varias opciones, veamos.
Abstención: Esta es una opción bien vista por más de un barón del partido, lo cual para los intereses personales de Pedro Sánchez es la opción menos, digamos cómoda, ya que supone la cesión implícita de sus argumentos de campaña ante la presión de los que presuntamente podrían moverle de la silla como secretario general de PSOE, y además se podría ver como una muestra más de debilidad del representante y cabeza de lista del PSOE, lo que a mi juicio, lo inhabilitaría como primer representante de la oposición. Por lo que de tomar esta dirección, solo cabría su dimisión el día después de la investidura de Rajoy como secretario general del partido.
Votar no: Esta parece la opción más posible, ya que es la menos mala para sus intereses, ya que supone mantener la coherencia con sus 6 millones de votantes que más que votar a favor del PSOE votaron en contra del PP. Por otra parte, mantendría su posición frente a los barones que abiertamente han expresado su opinión a favor de la abstención para facilitar la formación de un Gobierno del Partido Popular. En contra de esta postura está el castigo que podría suponer dicha postura en unas hipotéticas próximas elecciones, ya que a mi parecer, sería señalado como el principal y casi único responsable del bloqueo y del mantenimiento de un estado de interinidad permanente.
Postularse para formar Gobierno: Sería la segunda vez que nos encontramos en esta situación, y nos llevaría al punto de inicio de la fallida legislatura anterior. Volveríamos a presenciar las mismas posturas que la vez anterior, puesto que las opciones visto lo visto y las posturas apenas han variado. PSOE+Podemos+Ciudadanos =No, PSOE+Ciudadanos=No da, PSOE+PP+Ciudadanos= Imposible. PSOE, en fin, el día de la marmota.
Ceder los diputados necesarios para la investidura: Cabría esa posibilidad, y se ha estado barajando estos últimos días, sin embargo, de facto, es la misma postura que la abstención, maquillada, pero en la práctica la misma, y nos llevaría a la situación que he mencionado anteriormente.
Pablo Iglesias solo tiene la opción de intentar convencer al partido al que ha intentado ¨sorpasar¨, que su unión sería beneficiosa para ambos partidos. Se me antoja imposible, además de la defunción como opción futura de Gobierno del partido Socialista. Por lo que Unidos Podemos poco cuenta a mi juicio en esta fase inicial de negociaciones, posturas y posiciones.
Albert Rivera tiene la postura en este proceso más cómoda. Su partido se ha mostrado favorable a la formación de un Gobierno del color que sea, si bien ha indicado que solo apoyaría un Gobierno Popular si el equipo de Mariano Rajoy, se hace a un lado y da paso a un nuevo equipo desvinculado del halo de corrupción y permisibilidad, que ha sobrevolado la anterior legislatura Popular.
Pactó en su día con el PSOE para facilitar su investidura, y ahora su propuesta se basa en una mesa de negociación a tres bandas para desbloquear esta situación, propuesta que ha obtenido la callada por respuesta de los dos partidos llamados a negociar, por lo que solo le queda una opción, puesto que en realidad, el partido de Rivera no dispone de los escaños suficientes como para ser pieza clave en este proceso de negociación, esa opción de la que hablo es la de hacer lo posible para dejarse ver, pero más que por una cuestión de utilidad pública, por una cuestión de posicionamiento ante unas futuras elecciones.
Esta es la situación a día de hoy tal y como yo la entiendo, por lo que de no haber cambios significativos por parte del Partido Popular o del PSOE, y a pesar de reconocer todos los partidos que unas tercera elecciones además de inadmisible sería una catástrofe. Mucho me temo que las imprentas, comunity managger y todas las empresas y sectores involucrados en las campañas electorales, deben de estar haciendo acopio de recursos para en Diciembre volver a hacer caja. Y nosotros, los ciudadanos, tenemos dos opciones, ir a una farmacia y abastecernos de cantidades ingentes de ansiolíticos para aguantar unas terceras elecciones, o la segunda y más sensata a mi juicio, comenzar por tomar las riendas de la situación, exigiendo con nuestro futuro voto el cambio de esta ley electoral injusta, y empezar a contemplar otras alternativas políticas, que las hay, y tan democráticas y viables como las que machaconamente nos han vendido una y otra vez para seguir inmersos en este Gobierno en funciones permanente.
Javier Bernal Abellán
@ajopicao
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